De las especies principales del ente

El ente finito y el infinito.

Noción o concepto del finito y del infinito.

Las condiciones propias de un compendio nos obligan a reducir el análisis de estas nociones ontológicas a los siguientes puntos:

1º Finito se dice el ente que tiene límites: así como es y se dice con propiedad infinito el ente que no tiene límites, o en otros términos, el ser que contiene todas las perfecciones posibles, y toda realidad que se puede concebir y puede existir. El concepto adecuado de límite envuelve una realidad o perfección positiva, acompañada de la negación o exclusión de otra realidad. Luego el concepto de límite, y por consiguiente, del ente limitado o finito, considerado objetivamente, es positivo y negativo a la vez; positivo, en cuanto significa una realidad o entidad positiva; negativo, en cuanto excluye otra realidad positiva.

2º Infiérese de aquí, que para formar el concepto de finito no necesitamos poseer de antemano la idea de infinito, ni menos que esta sea innata, como pretenden Platón, Descartes y otros filósofos. Para formar idea de un ser finito basta comparar entre sí dos entes particulares, de los cuales [101] el uno posee una perfección que no se halla en el otro: para reconocer que la planta es un ser finito o limitado, me basta conocer que es un ser que no tiene la inteligencia que posee el hombre. Luego también es falsa la opinión de los filósofos citados, cuando dicen que lo finito se conoce solamente por y como negación de lo infinito.

3º Volviendo ahora al infinito, este se dice actual y también categoremático, cuando contiene actualmente todas las perfecciones posibles absolutamente: si se trata de un ser que es finito actualmente, pero que se puede aumentar o multiplicar sin llegar nunca a un límite actual, se llama infinito en potencia, y también sincategoremático, pero con más propiedad indefinido. El infinito actual arriba definido, se dice infinito simpliciter, para distinguirlo del infinito actual secundum quid, que sería aquel ente que encerrara toda la perfección posible en un orden determinado de ser, pero sin incluir otras perfecciones. Si suponemos posible una extensión infinita, sería infinita secundum quid, es decir, en el género de extensión, pero finita simpliciter, porque incluiría límites en el género de sustancias, de vida, de inteligencia, &c.

4º Por lo que hace al origen y constitución de la idea del infinito en nosotros, opinamos: 1º que es falsa y absurda la opinión de Locke, según la cual formamos la idea del infinito, añadiendo y aumentando indefinidamente las perfecciones finitas que observamos en las criaturas, lo cual equivale a destruir la noción verdadera del infinito, confundiéndola en la del indefinido. 2º que la idea objetiva del infinito abraza, por una parte, la idea de ser, y por otra, la negación de todo límite, que es lo mismo que negación o exclusión de toda negación; de donde se infiere que, objetivamente considerada, la idea del infinito es absolutamente positiva: 3º que el procedimiento de su formación es complejo, porque nuestro entendimiento a) percibe y compara los seres finitos, sus perfecciones y diferencias, su contingencia, &c., y por medio de estos juicios y raciocinios se eleva; b) en segundo lugar, al concepto de un Ser Supremo respecto de todas las criaturas y primera causa de las mismas, concepto [102] que puede mirarse como un concepto inicial e implícito del infinito, hasta que c) desenvolviendo este concepto por un lado, y por otro elevando y transformando por medio de la abstracción las perfecciones de las criaturas en relación con las que deben existir en su Autor, como ser necesario, existente a se, causa suprema y total del mundo, concibe que este Ser posee necesariamente todas las perfecciones posibles, sin mezcla alguna de imperfección o negación, y por consiguiente, como ser infinito y absoluto: 4º que la idea del infinito no es intuitiva, ni menos innata, ni gratuita, sino discursiva o elaborada mediante el ejercicio complejo de la actividad de nuestro entendimiento.

5º La doctrina hasta aquí consignada conduce a los siguientes

Corolarios

1º La idea de Dios como Ser Supremo, causa primera del mundo y de su gobierno, es muy diferente de la idea de Dios como ser infinito. Para la primera, basta un raciocinio fácil y casi espontáneo de la razón, y por eso esta idea se halla en todos los hombres: para la segunda, se necesitan procedimientos múltiples y complejos, y por eso no se halla en todos los hombres clara y explícita.

2º La idea de infinito en nosotros es subjetivamente finita, ya porque aunque representa un objeto infinito, no representa perfecciones infinitas en cuanto al número, sino en cuanto a la perfección o intensidad, ya principalmente, porque si bien representa a Dios con representación verdadera, no lo representa con representación adecuada ni comprensiva.

3º La idea del ente infinito es muy diferente de la idea del ente en común.

a) El ente infinito constituye un infinito actual comprensivo de todas las perfecciones en acto y de hecho: el ente en común es infinito solamente en potencia, en cuanto que puede predicarse de una multitud indefinida de seres particulares.

b) La idea del ser infinito representa la esencia divina [103] singular y distinta de las demás, y contiene todas las perfecciones posibles, no como posibles, sino como realizadas en esta esencia, la inteligencia, la libertad, el poder, la justicia, la existencia, &c.: la idea del ente común no representa ni expresa ninguna perfección determinada, fuera de ser en abstracto, y como elemento parcial de las varias perfecciones o esencias capaces de ser realizadas: en otros términos; la idea del ser infinito representa todas las perfecciones posibles, como realizadas y existentes; la del ser común representa todas las perfecciones, prescindiendo de su existencia real, o incluyendo indistintamente las existentes y las meramente posibles.

c) La idea del ente infinito representa objetivamente la entidad máxima, como existente y realizada, comprensiva actualmente de toda realidad: la idea de ente en común representa objetivamente la entidad inicial y potencial, que excluye la existencia real, porque ninguna cosa existe ni puede existir que sea ente nada más.

4º La palabra simpliciter, aplicada a Dios y al ente común o universal por abstracción, tiene una significación equívoca.

a) Cuando se dice que Dios es ente simpliciter, es decir, sin adición alguna, sine additio, queremos y debemos significar que en Dios todo es realidad, perfección positiva y ser, y que excluye toda imperfección y todo no-ser: pero el ente común se dice ente simpliciter o sin adición, porque, por lo mismo que es común, prescinde de toda perfección o realidad determinada, de todo ser particular.

b) Dios es ente simpliciter en el orden real, porque identificadas en él la esencia y la existencia, se identifica con la realidad absoluta actual; el ente común o universal, se dice ente simpliciter en el orden ideal, al cual pertenece su realidad objetiva y abstracta.

Conviene fijar la atención en estos corolarios, que contienen la clave del error panteísta, el cual no reconoce otro origen ni otra base que la confusión de los conceptos indicados. [104]

Toda esta filosofía es fundamento de la Suma Teológica de Santo Tomás, que puede encontrar resumida, en tan sólo 338 páginas en el Catecismo de la Suma Teológica  que puede adquirir aquí mismo.