EL DOGMA DE LA PREDESTINACIÓN. DEFINICIÓN Y RAZONES DE LA PREDESTINACIÓN. (5/ 8)
Definición y razones de la Predestinación de S. Tomás
2.- Definición. Estos son los textos escriturísticos que constituyen el fundamento de las doctrinas agustianas y tomista de la predestinación. San Agustín lo ha resumido en esta definición: Prædestinatio est præsciencia et præparatio beneficiorum Dei, quibus certissime liberantur quicumquae liberantur. La predestinación es la presciencia y la preparación de los beneficios por los cuales se salvan ciertamente todos los que se salvan ( De dono perseverentiæ, c 14). San Agustín dice también de una manera más explícita ( De dono Prædestione Sanctorum, c,9) Præestinatione sua Deus ea Præscivit quæ fuerat ipse facturus. «Por su predestinación Dios ha previsto, lo que debía hacer, para conducir infaliblemente a sus elegidos a la vida eterna.»
Santo Tomás conserva esta definición de la predestinación (1, q. 23, a, 1): Ratio transmissionis creaturæ rationalis in fine vitæ æternæ, prædestinatio, nominatur, nam destinare est mittere. La predestinación es en el espíritu de Dios el plan de la conducción de este hombre o de este ángel al fin último sobrenatural. Y este plan, a la vez ordenado y querido, es ‘el que desde toda la eternidad determina los medios eficaces que conducirán a este hombre o a este ángel a su fin último. De éste modo Santo Tomás es enteramente fiel a la definición ‘en la cual San Agustín ha resumid las palabras de la Escritura.
3) Razones de la predestinación. ¿Por qué Dios ha elegido a unos, a los cuales siempre absuelve de sus pecados, y ha reprobado a otros después de haber permitido su impenitencia final?
Santo Tomás (ibid., a, 5, ad 3″2), responde, que en los predestinados ha querido representar su bondad por modo de ‘misericordia, perdonando; .y en los demás manifestar su justicia. Esta respuesta está inmediatamente fundada en la Revelación, tal como se expresa en la Epístola a los Romanos (9, 22): «Si Dios, queriendo manifestar su enojo (es decir su justicia), y hacer patente su poder, sufre (es decir, permite) con mucha paciencia, a los vasos de ira, dispuestos para la perdición; y si ha querido también manifestar las riquezas de su gloria en vasos de misericordia, que Él preparó para la gloria… (¿dónde está la injusticia?).»La bondad divina, por una parte, tiende a comunicarse, y por esto es el principio de la misericordia, y por otra parte, tiene un derecho imprescriptible de ser amada sobre todas las cosas, y así es el principio de la justicia. Conviene que la bondad suprema se manifieste bajo estos dos aspectos, y que aparezca el esplendor de la infinita justicia así como la claridad de la infinita misericordia. De esta manera el mal no es permitido por Dios sino por un bien superior cuyo juez es la infinita sabiduría y que contemplarán los elegidos. Los tomistas nada agregan a esta enseñanza, sino que se contentan con defenderla. De idéntica manera proceden en la cuestión siguiente.
Siguiente e importantísimo artículo: «¿ Por qué razón ha predestinado Dios a éste y no a aquél?»
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