PRESENTACIÓN

Es preciso reconocer, que lo que se llama filosofía racionalista es esencialmente irracional en su base, y que la filosofía cristiana es más racional o racionalista, en el verdadero sentido de la palabra, que la filosofía con este nombre conocida, al proclamar la subordinación de la razón humana a la Razón divina, de la investigación filosófica a la palabra de Dios, como consecuencia necesaria y lógica de la verdad que en Jesucristo y en su religión nos revelan de consuno la historia, la razón y la filosofía. El defecto radical del racionalismo subjetivista que embarga las mentes,  consiste precisamente en tomar como punto de partida el postulado gratuito de la no existencia de la Revelación divina, y en proclamar o suponer àpriori la independencia y suficiencia absoluta, es decir, la infinitud de la razón humana y su identificación con la Razón divina, de tal manera que cada fiel-alejado del recto pensamiento- se va convirtiendo en un piadosillo protestante a su manera, de suerte que son cada vez más numerosos los falsos cristos, falsos profeta; . maestrillos del error, cada cual con su librillo; a la izquierda y a la derecha.

Convencidos que gran parte de la crisis que vivimos los miembros de la Iglesia Católica se fundamenta en haber abandonado el realismo moderado de la mejor filosofía escolástica: la de Santo Tomás de Aquino, doctor Común de la Iglesia; conscientes de que las mentes de la inmensa mayoría de los católicos han sido contaminadas de la mismo virus que produce continuamente el pensamiento erróneo,  y que a medida que pasa el tiempo más se contagia, de forma tal y tan graves, que hoy casi todos carecen del sentido común filosófico que quiso Dios mismo regalarnos por medio del Doctor Angélico; teniendo, pues, la certeza que los errores y herejías teológicas tan extendidas en nuestro tiempo, quizá como en ningún otro, son debidos principalmente a una desviación del pensamiento realista; es decir, se deben a haber abrazado falsas filosofías. Y Puesto que la gracia presupone la naturaleza; y dado que ya hace muchas décadas en el los seminarios, colegios, se fabrican maestros del error que no pueden enseñar lo que no saben, es por dicha razón que brindamos esta instrucción a todos aquellos de nuestro lectores amantes de la verdad, ofrenciendo, si Dios quiere varios cursos de Filosofía elemental. Y como entre las distintas ramas de la filosofía, el más desconocido y fundamento de las otras es la metafísica general: ontología, empezaremos por esta especialidad.

Esté será el plan del curso: Cada poco, dos o tres días, pondremos un artículo con lo siguientes temas numerados  y ordenados de la siguiente forma:

Metafísica general
Ontología

Metafisica General. Ontología 1 : Idea general de la Metafísica, su nombre y origen del mismo
Metafisica General. Ontología 2: Objeto, división y nombres de la MetafísicaMetafisica General.
Metafíca General. Ontología 3: Noción del ente. El ente de razón, el ente lógico y el ente real. El ente como participio y como nombre sustantivo. El ente puro por abstracción y por simplicidad e infinidad.
Metafisica General. Ontología 4: Tesis El ente, si se toma nominalmente, constituye un predicado esencial en todas las cosas; si se toma en el sentido de participio, solamente constituye predicado esencial en Dios, o con respecto a Dios.
Metafisica General. Ontología 5: Principios del ente
Metafisica General. Ontología 6: El acto y la potencia. Noción del acto y sus divisiones. La potencia y sus principales especies. La potencia obedencial
Metafisica General. Ontología 7: La esencia y la existencia. Noción general y diferentes modos de definir la esencia. La esencia física y la esencia metafísica. Inmutabilidad de las esencias metafísicas. Distinción real entre la esencia y la existencia en las criaturas
Metafisica General. Ontología 8: El supuesto y la subsistencia. Idea y definición de la subsistencia. Esta se distingue realmente de la esencia por ella actuada y perfeccionada. Es una realidad positiva. El supuesto y la persona.
Metafisica General. Ontología 9: Principios de conocimiento del ente. Diferentes sentidos y observaciones sobre lo que se llama primerprincipio de conocimiento y de la ciencia. Dios, principio transcendental de la ciencia. El principio de contradicción como primer principio de la ciencia
Metafisica General. Ontología 10:  La unidad, la identidad y la distinción. Idea y definición de la unidad. La unidad transcendental, la numérica y la cuantitativa. Unidad de simplicidad y unidad de composición.Otras especies de unidad. Definición de la identidad.Principales especies de la misma. Naturaleza de la distinción. Diferentes géneros de distinción
Metafisica General. Ontología 11: Escolio acerca del principio de individuación
Metafisica General. Ontología 12: La verdad transcendental. Idea general, denominaciones diferentes y definición de la verdad transcendental. La verdad transcendental y la verdad lógica o de conocimiento. Mutabilidad de ésta. La verdad según la teoría ecléctica
Metafisica General. Ontología 13:  La bondad, la perfección y la belleza
Metafisica General. Ontología 14: La bondad y la perfección. Noción general de la bondad. Especies principales de la misma. Idea y definición de la perfección. La perfección esencial y la perfección accidental.Otras divisiones de la perfección
Metafisica General. Ontología 15: La belleza. Noción general de la belleza. Condición general de la misma. La unidad y la pluralidad como elementos de la belleza. Belleza absoluta y belleza relativa.El gusto. La Estética. Lo sublime
Metafisica General. Ontología 16: El mal. Consideración del mal bajo un doble punto de vista. El mal se funda en el bien y no tiene causa per se. En qué sentido es admisible el mal metafísico. Varias divisiones del mal. El problema relativo al origen del mal y su solución
Metafisica General. Ontología 17: Nociones generales acerca del principio y de la causa. Idea del principio y sus condiciones. Cuatro especies de principios. Idea y definición de la causa considerada en general. Condiciones necesarias para la razón de causa. Clasificación general de ésta. La causa instrumental y la causa ejemplar.
Metafisica General. Ontología 18: Noción y realidad de la causa eficiente. Doble consideración de la causa eficiente. Idea y definición de esta causa. Origen de la idea de causa
Metafisica General. Ontología 19: Tesis 1ª Los espíritus o sustancias espirituales son verdaderas causas eficientes.
Metafisica General. Ontología 6: Tesis 2ª Debe admitirse también en los cuerpos verdadera eficiencia o causalidad eficiente.
Metafisica General. Ontología 20: Causalidad de la causa eficiente. La causalidad eficiente en acto segundo y la potencia operativa. El supuesto, la esencia, la forma sustancial y las potencias como principios de la acción
Metafisica General. Ontología 21: División de la causa eficiente. Noción de las principales especies de causas eficientes. La causa removens prohibens, el instrumento, el medio y la condición sine qua non.
Metafisica General. Ontología 22: Idea y causalidad de la causa final. La causalidad de la causa final considerada in actu primo y considerada in actu secundo. Tres modos de obrar propter finem.
Metafisica General. Ontología 23: Existencia y realidad de las causas finales. El positivismo materialista antiguo y moderno y el problema de las causas finales
Metafisica General. Ontología 24: No solamente el hombre, sino también Dios en sus operaciones ad extra, obran propter finem.
Metafisica General. Ontología 25: También los agentes puramente naturales obran a su modo propter finem, o sea ejecutando acciones y produciendo efectos ordenados a la consecución o realización de algún fin.
Metafisica General. Ontología 26: Art. I Del ente finito y del infinito
Metafisica General. Ontología 27:  Noción o concepto del finito y del infinito. Concepción del finito. Idea objetiva del infinito, y procedimiento para su formación. La idea de Dios como ser supremo y como ser infinito. La idea del ente infinito y la del ente en común
Metafisica General. Ontología 28: La posibilidad del infinito creado
Metafisica General. Ontología 29: Tesis 1ª No es posible una criatura infinita por parte de la esencia.
Metafisica General. Ontología 30: Tesis 2ª No es posible una extensión actualmente infinita.
Metafisica General. Ontología 31: Tesis 3ª Tampoco es posible una multitud actualmente infinita.Metafisica General. Ontología 32:  El ente posible y el imposible. Noción del ente posible. La posibilidad interna y la externa
Metafisica General. Ontología 33: Tesis 1ª La posibilidad absoluta de las cosas no depende ni de la omnipotencia divina, ni de la libre voluntad de Dios.
Metafisica General. Ontología 34: Tesis 2ª La posibilidad interna de las cosas tiene su fundamento real en el entendimiento de Dios y en su esencia.
Metafisica General. Ontología 35: Escolio acerca de la doble ciencia divina
Metafisica General. Ontología 36: El ente sustancial y el ente accidental
Metafisica General. Ontología 37:  La sustancia. Diferentes nociones y definiciones de la sustancia. La definición ens per se existens. La definición de la sustancia según Descartes y Cousin. Diferentes acepciones y significados de la palabra ens per se.
Metafisica General. Ontología 38: Los accidentes. El accidente predicable y el accidente predicamental. Accidentes absolutos y accidentes modales.La extensión como base de los accidentes materiales.
Metafisica General. Ontología 39: Tesis 1ª Hay accidentes que se distinguen realmente de la sustancia.
Metafisica General. Ontología 40: Tesis 2ª No hay imposibilidad absoluta en que algunos accidentes existan o conserven la existencia, sin tener inherencia actual en la sustancia.
Metafisica General. Ontología 41: La separabilidad de los accidentes y el misterio de la Eucaristía. Modo con que son producidos los accidentes.

Será, pues, un curso de breves artículos con las referidas cuestiones, con una duración aproximada de cuatro meses.

Acabado éste, si Dios quiere, seguiremos con otras ramas de la filosofía, continuando con la lógica, la psicología, cosmología, etc, siempre de la mano del Doctor Angélico, esta vez guiados por el maestro dominico (+1894) Zeferino González.

Breve semblanza sobre el autor: el tomista Zeferino González Diaz de Tuñón OP 1831-1894

Zeferino GonzálezFilósofo católico español, Cardenal de la Iglesia de Roma, fue el filósofo sistemático más riguroso del panorama hispánico durante la segunda mitad del siglo XIX, e importante impulsor del intento de restaurar el tomismo que se produjo dentro de la filosofía cristiana en las últimas décadas del siglo XIX y primeras del XX. Autor de la primera gran Historia de la Filosofía escrita en lengua española, perteneció a la Orden de Predicadores y fue Obispo de Córdoba y Arzobispo de Sevilla y de Toledo, Sede Primada, donde ostentó por primera vez el título de Patriarca de las Indias (dignidad que era fruto de lo acordado en 1885 entre la Santa Sede y Alfonso XII). Nació en Villoria (Pola de Laviana, Asturias) el 28 de enero de 1831, hijo de labradores. En 1844 toma el hábito dominico en el convento de Ocaña, y sólo tiene dieciocho años cuando llega a Manila, donde termina sus estudios. Lo delicado de la salud del joven dominico privó probablemente a la Orden de un nuevo mártir evangelizador en Ton-kin y determinó la dedicación de González a la academia y no a la misión: en enero de 1862 firma La Economía política y el Cristianismo [ensayo ampliado en su edición de 1873], en 1864 publica en Manila su obra doctrinal más sólida, los tres volúmenes de Estudios sobre la filosofía de Santo Tomás (reeditados en Madrid en 1866-67 y publicados en alemán en Ratisbona en 1885).

En 1866 es trasladado por su Orden desde Filipinas a España, donde era un desconocido, que sorprendió en 1867 gracias a un contundente enfrentamiento con Segismundo Moret que tuvo lugar en el Ateneo de Madrid, donde al año siguiente publica Philosophia elementaria ad usum academicae ac praesertim ecclesiasticae juventutis, opera et studio (en dos volúmenes, segunda edición en 1877, ocupan tres tomos las ediciones siguientes: la tercera en 1881, la cuarta en 1882, la quinta en 1885, la sexta en 1889, la séptima en 1894, todas editadas en Madrid). En 1873 se edita la versión en español de ese tratado: Filosofía elemental (segunda edición, Madrid 1876; esta obra conoció su tercera edición en 1881, la cuarta en 1884, la quinta en 1886, la sexta en 1894, la séptima en 1907). No es una mera traducción de la versión latina: han desaparecido algunas espinosas discusiones doctrinales que, en román paladino, podrían sugerir nocivas pistas a lectores no preparados (al menos para leerlas en latín). También en 1873 es elegido miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (escribió entonces su discurso de recepción, en el que dedica buenos párrafos a los krausistas, aunque la ceremonia de su lectura no se celebró hasta 1883: La causa principal originaria ya que no única, del malestar que esteriliza y detiene la marcha de la sociedad por los caminos del bien, es esa gran negación oculta y encarnada en el principio racionalista, es la negación de Dios, principio generador del mal en todas sus formas).

De 1875 a 1883 es fray Zeferino Obispo de Córdoba, donde fue pionero en la organización de los Círculos Obreros y en la acomodación de los Seminarios eclesiásticos a las enseñanzas del bachillerato civil. Pasa como Arzobispo a Sevilla, donde en 1884 es preconizado Cardenal por el papa León XIII (este Papa le tuvo mucho respeto, y se ha probado la influencia directa de las ideas de González en la encíclica Providentisimus Deus de 1893). Un año más tarde ya ocupa la Sede Primada de España, pero el filósofo dominico, que como hombre de Iglesia es celoso organizador y pulcro administrador, se enfrenta con el aparato clerical toledano y prefiere en 1886 dejar el arzobispado de Toledo y volver al de Sevilla, del que en 1889 dimite para jubilarse.

En Córdoba preparó González la obra que quizá le ha dado más popularidad en los ambientes filosóficos, su monumental Historia de la Filosofía (3 tomos la 1ª edición, 1878-79; 4 tomos la segunda, 1886; publicada en francés en París 1890-91). Se trata de la primera gran historia de la filosofía escrita en español y de la primera gran exposición católica de una Historia de la Filosofía que quería mantenerse en un horizonte filosófico, con pretensiones sistemáticas y críticas. Hoy le faltará sin duda rigor filológico a esta Historia, pero mantiene todo su interés en tanto que verdadera historia filosófica de la filosofía. Su última obra publicada, La Biblia y la ciencia (1891, 2 vols., segunda edición aumentada en 1892), intervención un tanto tardía en la polémica desencadenada por el famoso libro de Draper sobre los conflictos entre la religión y la ciencia, es la que ha quedado más anticuada. En 1893 ingresa en la Academia Española de la Lengua (ocupando el sillón que dejara vacante Zorrilla). Falleció en Madrid, víctima de un cancer de maxilar, el 29 de noviembre de 1894, siendo enterrado en Ocaña.

Fracasada en la primera mitad del siglo XX la restauración tomista de la filosofía cristiana que había impulsado el papa León XIII y en la que tanto influyó el Cardenal González, y sobre todo, tras el repliegue ideológico posterior al Vaticano II, las obras de fray Zeferino no son estudiadas ni siquiera por los propios dominicos (que ya ni saben latín ni conocen a Santo Tomás), y no es facil que, a pesar de las pretensiones de la reciente encíclica Fides et Ratio, hecha pública por Juan Pablo II en octubre de 1998, pueda volver a reverdecer el neotomismo como ocurrió hace un siglo. De cualquier modo, frente a tanta falsa filosofía como abunda, no estará de más poner de nuevo en circulación una verdadera filosofía como la dispuesta en español por el Cardenal González en la segunda mitad del siglo XIX, pues por sí sola todavía puede dejar en ridículo muchas presuntas filosofías de finales del siglo XX e inicios del XXI, sin que, por supuesto, queramos hacerla pasar en absoluto por filosofía verdadera.

Toda esta filosofía es fundamento de la Suma Teológica de Santo Tomás, que puede encontrar resumida, en tan sólo 338 páginas en el Catecismo de la Suma Teológica  que puede adquirir aquí mismo.