Razón de este libro:

En justo homenaje al Doctor Angélico y Universal, con motivo del VI Centenario de su elevación a los altares celebrado en 1923 en todo el orbe católico, nada más oportuno que divulgar más y más sus heroicas virtudes, singulares méritos e inmaculada doctrina.

Como verá el atento lector, todas las páginas de este librito se orientan, cual certera brújula, hacia esa radiante estrella de la santidad y sabiduría del glorioso Doctor.

En la primera sección reproducimos la hermosísima Encíclica Aeterni Patris del gran Pontífice León XIII, espléndido y sin igual panegírico del Ángel de las Escuelas, inmortal monumento de sabiduría, erigido de mano maestra por el supremo Jerarca de la Iglesia docente. Completan y adornan, corroboran y aplican los principios de esta gran Encíclica otros documentos pontificios de Pío X, Benedicto XV y, por último, de Su Santidad Pío XI que, con el fausto motivo de ese Centenario, proclama al Angélico con el sin igual título de Doctor Universal.

La segunda sección es una breve, pero lúcida y jugosa exposición de los más fundamentales principios del Aquinatense, reconocidos y recomendados oficialmente como auténticos por la Sagrada Congregación y por la Santidad de Benedicto XV, formulados en Veinticuatro Tesis comprensivas de los principales puntos o partes de la Filosofía (Ontología, Cosmología, Psicología y Teodicea).

Para empezar a conocer al gran Santo, y, sobre todo, para iniciarse en los secretos y fundamentales principios de su tan excelsa como segura y autorizada doctrina, no es fácil que pueda hallar a mano el amante de la verdad, especialmente el profesor y el estudiante católico, un libro manual más adecuado que el que hoy ponemos a su disposición.

Tan singular método, lucidez y serenidad resplandece en este comentario del P. Hugon a las Veinticuatro Tesis, tan sin aires de polémica y en sentido objetivo y extraño a toda pasión e interés de bandería está escrito, que ni el más vidrioso y quebradizo, sean cualesquiera sus opiniones y prevenciones de escuela, puede hallar aquí el más leve motivo de justa querella.

Sin estímulo de ambición ni de lucro, sin más móvil que el cumplimiento de una sagrada obligación, ahora tan grata, de secundar de algún modo la tan explícita voluntad de la Iglesia, la Provincia Bética Dominicana se complace en seleccionar estos documentos en forma de ramillete manual que ofrece a los estudiantes y estudiosos, profesores y discípulos, seminaristas, centros y asociaciones de estudiantes católicos, etcétera, en una palabra, a cuantos interesan estas doctrinas del Angélico, miradas y recomendadas por la Iglesia con tan simpática y singular predilección.

Este libro ofrecido al costo, puesto al alcance de todos, esperamos redunde en algún servicio de tan buena causa, en mejor ilustración de los estudiosos, en gloria del gran Doctor, en mayor bien de las inteligencias y de las almas ávidas de la Verdad.

Que los más autorizados o mayores en ilustración, dignidad y gobierno, que los más despiertos y sinceros amantes del incremento y pureza de la doctrina se dignen recibirlo con benevolencia, lo recomienden y propaguen entre sus subordinados y amigos y que todo finalmente ceda en mayor esplendor de la santa Iglesia y de su Doctor Universal, en triunfo de la verdad, en verdadera luz y perenne bien de las almas.

PRÓLOGO

Sabido es que, por su Motu Proprio del 29 de junio de 1914, el Sumo Pontífice Pío X ordenó que en todas las Escuelas de Filosofía fueran enseñados y sustentados religiosamente los Principios y Puntos principales de la doctrina de Santo Tomás de Aquino, PRINCIPIA ET PRONUNCIATA MAJORA, y que, además, en los Centros de estudios teológicos, la Suma de Santo Tomás había de ser precisamente el libro de texto.

Poco después, varios Maestros de diferentes Institutos propusieron a la Sagrada Congregación de Estudios cierto número de tesis, habitualmente enseñadas y defendidas por ellos, formuladas como expresiones de los más importantes principios del Santo Doctor, sobre todo en el orden metafísico.

Examinadas cuidadosamente por la Sagrada Congregación tales tesis, y sometidas luego al soberano juicio del Santo Padre, se respondió a los proponentes, por orden de Su Santidad, que tales proposiciones incluyen y reflejan claramente los principios y puntos principales de la doctrina del Santo Doctor.

No hay duda, pues, que las Veinticuatro Tesis, aprobadas en el sentido propuesto, expresan con exactitud los principia et pronunciata majora que el Motu Proprio ordena seguir religiosamente.

Muerto Pío X, se suscitaron dudas, que fueron elevadas a la Sagrada Congregación de Seminarios y Universidades. Después de dos reuniones plenarias en febrero de 1916, con asistencia del Cardenal Mercier, presente a la sazón en Roma en plena guerra, con motivo de los graves trastornos de su país, la Sagrada Congregación decidió, o confirmó, que la Suma teológica debe ser el libro de texto para la parte escolástica, y que las Veinticuatro Tesis deben proponerse como reglas de dirección completamente seguras, proponantur veluti tutae normae directivae. Benedicto XV, en audiencia dada al Secretario de la Sagrada Congregación, día 25 de febrero de 1916, confirma con su autoridad suprema la decisión de los Cardenales, que fue promulgada a la Iglesia Universal en la fiesta de Santo Tomás, 7 de marzo de 1916.

Finalmente, en el 1917 aparece oficialmente promulgado y aprobado por S. S. Benedicto XV el Código de derecho canónico, que no contiene consejos, sino leyes. Como ley se impone a los profesores la obligación de enseñar a los alumnos de filosofía racional y de teología acomodándose al método, la doctrina y los principios del Doctor angélico, que han de seguir religiosamente. » Philosophiae rationalis ac Theologiae studia et alumnorum in his disciplinis institutionen professores omnino pertractent ad angelici Doctoris rationem, doctrinam atque principia, eaque sánete teneant». Bien claros aparecen los tres puntos: el método, rationem; la doctrina en sí, doctrinam; los principios que han de guiar a maestros y discípulos, principia. El ea sánete teneant,   «síganse religiosamente»,   no puede llamarse un buen consejo, sino verdadero mandato.

Entre las varias fuentes de este canon, señala el Código el decreto de la S. Congregación aprobando las Veinticuatro Tesis como pronunciata majora de Santo Tomás. Bien podemos, según esto, considerar las Veinticuatro Tesis como fórmulas auténticas, así de la doctrina, como de los principios que tanto el Código como Pío X mandan seguir religiosamente.

El mismo Benedicto XV, durante una audiencia particular que se dignó otorgarme, me animó a comentar estas tesis, haciéndolas resaltar y brillar en su verdad objetiva. Si bien no intentaba imponerlas al asentimiento interior, quería fueran propuestas como la doctrina preferida por la Iglesia; tal era la expresión que repetía con marcada complacencia.

También el actual Pontífice Pío XI, uno de los primeros Doctores de la Academia romana de Santo Tomás de Aquino, en su juventud, se ha dignado estimular muy expresivamente estos estudios.

Correspondiendo a estos deseos de los Sumos Pontífices, emprendí la tarea de comentar breve y substancialmente, una por una, las Veinticuatro Tesis, esquivando toda polémica, procurando exponer la doctrina con serena calma, claridad y precisión.

En realidad, el conjunto de estas proposiciones compendia toda la filosofía. Comenzando en las alturas de la Ontología, para descender a los problemas de la Filosofía natural, explicando luego en breve la doctrina psicológica, se levanta finalmente hasta Dios, primer Ser y primer Motor.

Nuestro estudio, como por grados, irá poniendo a la vista:

  1. La Ontología  de  Santo  Tomás, Tesis  I-VII.
  2. Cosmología de Santo Tomás, Tesis VIII – XII.
  3. Biología y Psicología  de  Santo  Tomás, Tesis XII – XXI.
  4. Teodicea de Santo Tomás, Tesis XXII – XXIV.

Ceñidos a lo substancial, sin rebasar el cuadro de las tesis, en ocasiones, para evidenciar la armonía de las doctrinas tomistas, hacemos diversas aplicaciones al orden sobrenatural y añadimos algunos complementos teológicos relativos a la Teodicea, para que no carezca el tratado de Dios de la debida amplitud.

Este modesto trabajo, deseado por varios señores Obispos y miembros del Sagrado Colegio, esperamos resulte de utilidad, no sólo para los estudiantes eclesiásticos, sino también para cuantos desean iniciarse en esta filosofía, siempre viviente, Philosophia perennis, tan continuamente recomendada por la Iglesia (*).

Puede también servir de preparación e introducción a nuestros tratados teológicos sobre los Misterios, editados por la Librería P. Téqui, tan benévolamente recibidos por el público católico.