Sistemas principales acerca del origen de las ideas

Acomodándonos a las exigencias y condiciones propias de una obra elemental, y elemental compendiosa, reduciremos todos los sistemas filosóficos sobre el origen de las ideas, a tres escuelas fundamentales, que son la empírica, la ontológica y la psicológica, toda vez que las varias teorías de los filósofos sobre la materia son fases y aplicaciones más o menos completas de alguna de estas tres escuelas ideológicas.

Artículo I
Escuela empírica, o teoría ideológica sensista

Observaciones

1ª Dejando a un lado la peregrina y grosera opinión de Epicuro, Demócrito y algunos materialistas antiguos, para los cuales las ideas eran imágenes corpóreas, o verdaderas y sutiles telillas que se desprenden de los cuerpos para entrar por los órganos de los sentidos, sabido es que para Hobbes, Toland, La Metrie con sus compañeros materialistas e incrédulos del pasado siglo, las ideas no son más que modificaciones, cualidades y movimientos de la materia y de las fibras del cuerpo, teoría renovada en nuestros días por los Moleschott, Büchner, &c. Lo que dejamos dicho acerca de la naturaleza del entendimiento humano y de su superioridad y distinción esencial, no solo de toda materia, sino de la sensibilidad, es más que suficiente para reconocer todo lo que hay de absurdo en semejante teoría, doctrina que por otra parte es rechazada hoy por todos los filósofos de crédito científico, como lo es también por el sentido común.

2ª Así es que la única teoría ideológica de alguna importancia [395] científica que se presenta en la escuela empírica, es la de Locke, según el cual

a) El origen de todas las ideas intelectuales es la experiencia, ya externa, mediante la cual percibimos los objetos existentes fuera de nosotros, ya interna, con la cual percibimos las mutaciones y afecciones del yo.

b) Luego la sensación y la conciencia son las dos únicas fuentes o causas de nuestras ideas y conocimientos intelectuales.

c) La reflexión o la conciencia refleja, aplicada a las ideas adquiridas o percibidas por medio de la sensación y la conciencia, puede reunirlas o separarlas, formando de esta suerte lo que llamamos ideas universales, como las ideas genéricas y específicas. Así, por ejemplo, la idea de sustancia la formamos reuniendo o combinando varias cualidades percibidas con los sentidos.

Tesis
El sistema ideológico de Locke es inadmisible y esencialmente sensualista.

Prueb. 1ª En toda filosofía no solo cristiana, sino racional y de buen sentido, es preciso admitir ideas universales, es decir, algún fenómeno, cualidad, accidente o modo intelectual que represente los objetos bajo la forma de universalidad; en otros términos, es preciso admitir ideas universales, distintas de las representaciones singulares y concretas de los sentidos, so pena de borrar la línea que separa el órgano intelectual del orden sensible. La teoría de Locke niega en realidad la existencia de verdaderas ideas universales, puesto que para él, éstas no son más que el resultado de la unión o agregación de varias ideas o representaciones singulares y sensibles. Por otra parte, la sensación y la conciencia o experiencia interna, únicas fuentes de las ideas, según el filósofo inglés, se hallan limitadas necesariamente a la percepción de fenómenos y objetos singulares, como consta por el sentido íntimo. Es por lo tanto incontestable que la teoría [396] ideológica de Locke es una teoría esencialmente sensualista.

2ª Si queremos examinar esta teoría a posteriori o por parte de sus deducciones y aplicaciones, tendremos una prueba más de lo mismo. En efecto; según los principios de esta teoría y las afirmaciones explícitas de su mismo autor, la idea de sustancia no es otra cosa más que la reunión o conjunto de las diversas cualidades que por medio de los sentidos percibimos. Esto vale tanto como decir: 1º que la noción o idea de sustancia universal no se distingue realmente de la noción o idea de los accidentes o cualidades de la misma: 2º que no tenemos idea de la sustancia universal, puesto que las cualidades sensibles que la constituyen, son todas singulares y percibidas como tales, siendo incontestable que los sentidos no perciben más que cosas singulares: 3º que no tenemos ni podemos tener idea de Dios, ni de sustancia alguna espiritual, insensible o puramente inteligible; porque estas sustancias y mucho más, la divina, no tienen cualidades sensibles o perceptibles por la experiencia, ni por la sensibilidad. Luego es absurda, inadmisible y esencialmente sensualista semejante teoría ideológica.

Si fuera necesario poner más de manifiesto la fuerza de este raciocinio a posteriori, bastaría tener presente el modo con que el filósofo inglés explica el origen de las ideas más capitales de entendimiento humano, y más fundamentales en el orden científico. Bastaría saber que para este filósofo la idea de causa no envuelve más que la sucesión simple de fenómenos; y que la idea de infinito se forma agregando o reuniendo cosas finitas.

Observación

El sistema sensualista de Locke fue desarrollado en sus aplicaciones y tendencias lógicas por Condillac, partidario declarado del sensualismo, y cuya teoría, se reduce a decir que las ideas todas y las diferentes manifestaciones de la actividad intelectual son sensaciones trasformadas. [397]