PAPA INCÓGNITO Ó TESIS SIRI
Nota Previa: Lo afirmado en esta entrada no lo compartimos, simplemente porque no ofrece ninguna prueba fehaciente y porque al fin y al cabo se fundamenta en una interpretación subjetiva de revelaciones privadas; pero como es una explicación, suponemos que bien intencionada, y por lo tanto una opinión más en este debate merece ser presentada. Por lo tanto, esta explicación, y otras que seguirán o se han publicado sobre las diferentes posiciones sobre el debate de cómo se ha de elegir un Papa en la situación actual de Sede vacante, es responsabilidad sólo del autor que firma; sededelasabiduría sólo hace suyas las que aparezcan firmadas por Sededelasabiduría, Sofronio o teresita; éstos, salvo que aparezcan sus firmas al pie del artículo sólo son los editores de las entradas y nada más.
LA ELECCIÓN DE UN PAPA EN LA SITUACIÓN ACTUAL
DE SEDE VACANTE EN LA IGLESIA SEGÚN :
LA TESIS SIRI
O
DEL PAPA INCÓGNITO
Por Chiessa Viva, nº 482, mayo 2005. Traducción de la Hna. María para Amor a la Verdad
Todas las posiciones para el debate las colocamos aquí
Antes de todo le queremos mostrar el siguiente vídeo con imágenes de aquel cónclave de 1958 donde pueden verse las controvertidas escenas de las célebres “fumatas”; es decir, que se produjo una «fumata» blanca que anunció la elección de un sucesor del Papa Pío XII; la «fumata» se vio durante cinco minutos, y la radio del Vaticano emitió el mensaje confirmando que el cónclave había elegido un Papa. Sin embargo, luego de una media hora apareció una «fumata» negra ¿Qué ocurrió en el cónclave durante esa media hora? En eso consiste la explicación de los que mantienen que fue elegido Papa el cardenal Siri y que, habiendo formado su propio colegio cardenalicio, a la muerte de Siri- Gregorio XVII-, los cardenales eligieron un papa cuyo nombre y paradero desconoce la mayoría de católicos, si bien es conocido por unos pocos.
CARTA DEL SR. DE FILIPPO A EL ING. ADESSA DIRECTOR DE CHIESSA VIVA
Enero de 2015
Muy estimado Ing. Adessa, soy De Filippo, de quien Ud. ha publicado gentilmente una carta suya en el número de enero de 2015. Hace por lo menos siete años, que busco la verdad acerca de la situación eclesial, porque implica nada menos que la salvación eterna de millones de almas, incluida la mía. El inicio de este camino me lo dio en el 2007 el encuentro con “Chiesa viva” en Internet, y con su fautor don Luigi Villa del cual, en el andar, he adquirido y leído variadas publicaciones. He descargado y archivado también todos los números de la revista que normalmente consulto y que mucho me ha permitido y me permite comprender.
No pretendo haber descubierto, como se suele decir, la América, pero me parece haber encontrado finalmente la clave del problema, que – a la vista de todos – está tan diabólicamente enredado, que creo que casi nadie va a ser capaz de descifrarlo de una manera clara, definitiva e irrefutable. Bien sea por falta de esa luz que sólo la Fe de siempre, sencilla (no ingenua) y auténtica puede dar y que casi todos, (incluidos los tradicionalistas y/o sedevacantistas de toda clase y grado) han perdido (o quizá no han tenido jamás), o bien porque es humanamente imposible recomponer un drama de tales dimensiones. ¿Quién cree o creería hoy una historia tan increíblemente monstruosa? Prácticamente nadie.
Corresponde – estoy seguro – a quien tiene conocimiento de ella, divulgarla lo más posible, porque, cuando Nuestro Señor la desvele URBI ET ORBI, para todos o para muchos – lo digo con profunda tristeza – será, por desgracia, demasiado tarde.
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he comprendido que la clave de este problema es el Cónclave del cual salió electo el antipapa Roncalli y probablemente, también el cónclave del que salió electo Montini´ Pero creo que se puede decir que el punto de inflexión tuvo lugar en 1958. La caída en el abismo sobre todo espiritual (aún en pleno desenvolvimiento, después de casi sesenta años), no es sino la lógica consecuencia de lo que ocurrió la tarde del 26 de octubre de 1958. Comenzando por“The Pope in red”, se nos muestra, detalladamente, con citas proféticas, testimonios y documentos variados que, en el Cónclave de ese año, fue electo válidamente el Cardenal SIRI y que éste había aceptado asumiendo el nombre de GREGORIO XVII. El primer e irrefutable signo que lo confirma fue la clara fumata blanca que duró cerca de cinco minutos, seguida luego de media hora de inexplicable angustiosa espera (durante la cual, sobre todo el aparato vaticano no sabía ya qué dirección tomar), de una fumata negra.
Hecha la elección, en efecto, el Cardenal Siri parece que fue obligado a renunciar con graves amenazas [a las que se refirió también el asesinado (en 1999), Malachi Martin, en algunas de sus intervenciones escritas o radiofónicas] por la B’nai B’rith, para luego ser sustituido por RONCALLI, anunciado por una tercera y definitiva fumata blanca.
Le hago notar la observación muy significativa del joven y brillante estudioso americano, Mario Derksen, que escribió que la Masonería, para estar segura de poner en el Trono de Pedro a un verdadero y propio antipapa, es decir un individuo completamente privado de la asistencia del Cielo (al que odia con luciferina y escalofriante determinación) y por tanto bajo el total, lúcido y consciente poder de Satanás, su dios, ha permitido (creo que puede decirse también: querido) que fuese electo un verdadero papa (Siri), para luego sustituirlo, gracias también a una Jerarquía infiltrada (al menos desde hace un siglo, quizá) por los Poderes ocultos, por uno de sus hombres: el rosacruz RONCALLI, al que ella ya había preparado cuidadosamente, para hacerlo aparecer en escena en el momento oportuno, con el nombre, además, de un anterior antipapa (Juan XXIII) de fines de siglo XIV (Daily Catholic). En realidad si con maniobras dignas de la peor mafia, primeramente hubiese sido electo Roncalli se habría convertido, a todos los efectos, en un Papa válido y por tanto sostenido por el Espíritu Santo que le habría impedido hacer los desastres inspirados y queridos por la Masonería y que están a los ojos, si no de todos, sI de quienes al menos no están todavía completamente descerebrados. Para demostrar una tan sobrehumana lúcida astucia es necesario estar en comunicación directa con Lucifer.
Elecciones canónicas, 1917. Apéndice, p. 107 – Modalidad de la elección de un Soberano Pontífice: «La persona recién elegida, aunque no sea todavía sacerdote, adquiere la plena jurisdicción sobre la Iglesia universal inmediatamente con su consentimiento y se convierte en el Vicario de Cristo en la tierra» (Elecciones canónicas) Código de derecho canónico, 1917. Can. 188 – La renuncia hecha por temor grave, injustamente infligido, por dolo o por error sustancial, o con simonía, es nula por el derecho mismo. [Autoridad de la Iglesia. Quienes son recibidos a la jerarquía eclesiástica no son elegidos por el pueblo, o por autoridades seculares, sino puestos en los grados del poder de orden por las sagradas órdenes. En el supremo pontificado, la persona legítimamente electa, y que libremente ha aceptado la elección, recibe el poder de jurisdicción por derecho divino. Todos los otros reciben la jurisdicción por la misión canónica (c. 109)]. (Text: “A Dictionary Of Canon Law” Second, Revised Edition, 1919 Imprimatur).
Por lo tanto, ante Nuestro Señor que lo eligió y lo quiso, el arzobispo de Génova se convirtió en Su legítimo Vicario y permaneció siendo tal hasta la muerte (1989), considerada por muchos como un homicidio por sobredosis de Digitalis, fármaco para el corazón que el cardenal tomaba habitualmente.
Casi con certeza los Poderes ocultos habían intuido, si no descubierto, luego del encuentro (1988) del Prelado con el Padre Khoat, algo de lo que su prisionero, a pesar de todo, había emprendido secretamente. Gregorio XVII, consciente de ser el único y verdadero Papa, trató de sobrevivir durante 31 años (lográndolo evidentemente por pura gracia de Dios), a fin de mantener encendida la llama del Papado y ejecutar el mandato recibido de Dios, aun en medio de las gigantescas dificultades causadas por su condición de rehén y las consiguientes devastadoras repercusiones sobre su sistema psicofísico.
Cuando conocí por primera vez– no hace mucho tiempo – este asunto, creí que el cardenal había sucumbido a un compromiso o incluso a un acto de cobardía. Hoy, estoy convencido de que su comportamiento ha sido el opuesto. En un acto de equilibrismo vertiginoso y aterrador que ni siquiera un genio de las emociones como Hitchcock habría podido concebir, Siri, durante 31 años, debió poner, como se suele decir, buena cara al mal juego, no sólo frente a sus enemigos declarados, sino también y sobre todo de los traidores. Creo que es imposible imaginar una pesadilla peor.
Sólo Nuestro Señor ha vivido una similar y – en cuanto Dios encarnado – ciertamente mayor: la presencia y cercanía de Judas Iscariote, (en cuyo corazón leía perfectamente y conocía todo), sin que se dejara ver nada para evitar que los demás apóstoles sospechasen del Traidor y, en su todavía gravosa humanidad, lo mataran cargando así sus conciencias con un homicidio que, siempre por su incipiente espiritualidad, los habría tal vez impulsado, si no a la desesperación, ciertamente a un quiebre psicológico casi insuperable.
Si Gregorio XVII se hubiese colocado frontalmente contra el Poder de las Tinieblas, que lo tenía como rehén desde el 26 de octubre de 1958 y lo obligaba a aparecer a los ojos del público como el Arzobispo de Génova de siempre, aceptando el Concilio y de algún modo sus decisiones y dando incluso la bienvenida a los antipapas en visita pastoral, sin jamás dejar traslucir nada de su gigantesco drama interior, habría sido ciertamente asesinado, como él mismo confió al vietnamita Padre Khoat quien le invitó a ir a América con él: “Ellos me pueden matar en cualquier momento”.
En ese punto, no hablaríamos ya de “Iglesia eclipsada”, sino de “Iglesia completamente difunta”. Hipótesis ésta, impensable, porque “Las puertas del infierno no prevalecerán”. El martirio que la Providencia le pedía era mucho más atroz: permanecer con vida, sufrir y ofrecer su inimaginable Calvario (¡31 años de total soledad a merced de carceleros tan despiadados cuanto insospechados!) por la supervivencia de la Iglesia. Poco antes de su muerte, la misma Providencia le envió, en junio de 1988, a este sacerdote vietnamita, que desde hacía algún tiempo estaba tras sus huellas, con el cual pudiese disponer previamente de un organismo apto para garantizar (en caso de muerte súbita e imprevista, como luego ocurrió) la legítima sucesión en la cátedra de Pedro.
En 1991, dos años después de la muerte de Gregorio XVII, tuvo lugar, en efecto, un cónclave secreto, en el cual los cardenales(creados por Siri en el breve período de vida que Dios le concedió luego del encuentro con el P. Khoat) eligieron a su sucesor Gregorio XVIII, que es lícito creer esté vivo en alguna parte, probablemente en América, a la espera de que los eventos maduren (¿o se precipiten?).
Pregunta más que lícita: ¿Por qué los Poderes ocultos no han asesinado a Siri poco después de la elección de Roncalli?Habría sido la solución más simple y “limpia”, sobre todo para carniceros sin escrúpulos como ellos. ¿Quién habría levantado dudas o sospechas sobre un infarto en una persona que ya sufría del corazón? Respuesta plausible a mi parecer:No lo han hecho porque un Siri todavía sano y salvo representaba, como si no bastara, una especie de sello de garantía impreso sobre su infame y desgraciado plan exitoso, que – vale la pena recordar – ha sido sin embargo permitido por Dios (ver Fátima) a causa y en castigo de un mundo que se volvió peor que el pre- diluviano.
Padre Khoat: «Sí, el Papa Gregorio XVII admitió delante de mí que “Él era el Papa Gregorio XVII”. Esta confirmación suya me fue dada en Roma en el encuentro del 14 de junio de 1988».
Anne-Catalina Emmerich: «Veo al Santo Padre en gran angustia. Él vive en un palacio distinto del anterior y admite sólo un número limitado de amigos que le son cercanos. Temo que el Santo Padre sufrirá muchas otras pruebas antes de morir. Veo que la falsa Iglesia de las tinieblas está haciendo progresos, y veo la tremenda influencia que tiene sobre la gente». (10 de agosto de 1820)
Julie-Marie Jahnney: «Armas de reciente invención (verosímilmente las cámaras de video vigilancia en torno al Palacio arzobispal) lo vigilan, noche y día lo vigilan en su prisión» (13 de marzo de 1878).
Nuestra Señora de Fátima: «Habéis visto el Infierno, donde caen las almas de los pobres pecadores… Si los hombres no cesan de ofenderle, Dios castigará al mundo con la guerra, el hambre y la PERSECUCIÓN A LA IGLESIA Y AL SANTO PADRE». (tcwblog).
Jacinta Marto tuvo la visión de al menos uno de los “Papas impedidos” de la Iglesia subterránea: «Pobre Santo Padre, debemos rogar muchísimo por él».
Nuestra Señora de La Salette. Maximino Giraud, en la carta del 3 de julio de 1851 escrita delante de su Obispo y destinada al Papa Pío IX: «Antes de que todo esto suceda, habrán grandes desórdenes en la Iglesia y en todas partes. El Santo Padre (Gregorio XVII) será perseguido. Su sucesor (Gregorio XVIII) será un pontífice que nadie esperará». (Secreto de Maximino).
San Pío X: «He visto a uno de mis sucesores, con mi mismo nombre, (José) que se alejaba de Roma … morirá de una muerte cruel» «He visto a los Rusos (masones = comunistas) en Génova». (Ciudad de la que Gregorio XVII fue hijo, pero sobre todo Arzobispo).
El marqués De La Franquerie. En 1939, el marqués De La Francquerie fue Camarero secreto de Su Santidad Pío XII y el Señor, a través de la estigmatizada bretona, Marie-Julie Jahenny, le confió todos los escritos de la mística, antes de que llegaran los alemanes. En mayo de 1985, muy conciente de los horrores de los “modernistas” en el poder y de las múltiples profecías de Marie-Julie, con referencia al papa oculto y prisionero, tuve, en Génova, un importante encuentro con el cardenal Siri (junto a otros dos católicos franceses), en el que le pedí confirmar, o desmentir, los rumores que circulaban desde algún tiempo en Europa, según los cuales había sido electo papa en un pasado cónclave. Siri me hizo claramente comprender, aún en medio de suspiros, pausas e incluso algunas lágrimas, que sí fue elegido papa. Esta intervención del Marqués, reportado por “Les Amis du Christ-Roi” de Louis-Hubert Remy, uno de los participantes en el coloquio y, e inmediatamente después, por los medios americanos, fue el catalizador que puso al Padre Khoat Van Tran y su equipo poco más de tres años después, en 1988, tras las huellas del verdadero y legítimo Papa. (Marie Julie Jahenny) Se comprende por qué Nuestra Señora en La Salette habla de “Iglesia eclipsada” y no de “Iglesia desaparecida”. La Sede de Pedro ha estado y está todavía hoy vacante, pero Pedro no ha cesado de existir, porque “Las puertas del infierno nunca prevalecerán sobre ella”.
Quisiera concluir con una comparación que se ajusta en cierto punto, pero que, creo, da una idea. Así como la simple existencia del pueblo hebreo es una blasfemia porque testimonia, después de casi dos mil años, su rechazo flagrante y persistente del Hijo de Dios, (encarnado en ese mismo pueblo), análogamente, la existencia actual de los Tradicionalistas (totalmente privados de jurisdicción y que por ello imparten remedios peores que el mal), testimonia una paradójica e insospechada falta de Fe, puesto que, todo católico que se considere tal debería (si no lo hace no es católico y si no lo entiende lo es todavía menos) rechazar todo lo que no pertenece a un Soberano (y legítimo) Pontífice y, en su misteriosa y temporal ausencia, multiplicar plegarias, sacrificios y cuanto fuera para merecerlo, y atraer, acelerar su manifestación. Cualquier otra actitud es el enésimo desafío a Dios (revestido de ultra farisaico devocionismo) que, como tal, hace exultar de gozo a nuestro irreductible Enemigo Suyo.
el asunto es muy grave, no quedaria opcion que buscar al papa Gregorio XVIII y ofrecerle ayuda.