El supuesto y la subsistencia.

Las nociones fundamentales acerca de esta materia, pueden reducirse a los siguientes puntos:

1º Así como la existencia actúa, perfecciona y determina las cosas en cuanto entes o en la línea de ser, así la subsistencia actúa, perfecciona y determina las cosas en cuanto sustancias, y en el orden sustancial. De aquí es que los términos subsistencia, subsistir, supuesto, persona, sólo convienen [31] y se atribuyen a las naturalezas o cosas que son sustancias y no a los accidentes, por más que a estos les convenga el ser o existir. Luego el existir y el subsistir, o la existencia y la subsistencia, son dos actualidades o perfecciones reales que no deben confundirse ni identificarse.

2º La subsistencia, pues, será un modo o actualidad sustancial que perfecciona y completa la sustancia, haciendo que exista y pueda obrar sin dependencia ni comunicación con otro ser; modus substantialis, vel actualitas qua substantia redditur completa, ita ut fiat sui juris quoad esse et operari.Colíjese de esta definición:

a) que el oficio y efecto propio de la subsistencia es hacer que la sustancia, como sustancia, sea no sólo singular o individuo, lo cual le comunica la existencia como condición inseparable de la singularidad, sino que sea completa, es decir, que exista en sí misma y por sí misma, de tal manera que no necesite unirse ni comunicarse a otra cosa para producir las operaciones de que es capaz, atendida su naturaleza: substantia possidet seipsam quoad esse et operari.

b) Que no es lo mismo sustancia singular o individual que supuesto o sustancia subsistente, como se observa en las partes de unas sustancia completa, y hasta en sustancias que pueden existir por sí mismas. El brazo, o la cabeza de Pedro son sustancias y sustancias singulares, y sin embargo no tienen verdadera subsistencia ni se pueden llamar supuestos o personas. Hasta el alma racional, a pesar de su facultad de existir separada del cuerpo, no tiene subsistencia completa, ni se pude llamar persona perfecta, ya porque es una partede la naturaleza humana, ya principalmente porque puede y exige comunicarse al cuerpo para producir todas las funciones y manifestaciones de su actividad propia, que le corresponden o de que es capaz, atendida su naturaleza, lo cual vale tanto como decir, que no se posee a sí misma completamente quoad esse, y mucho menos quoad operari.

3º De todo lo hasta aquí expuesto, se colige que es muy probable la opinión de santo Tomás y de la mayor parte de [32] los Escolásticos, cuando afirman que la subsistencia se distingue realmente de la esencia o naturaleza sustancial en que ella y por ella subsiste. Para convencerse de ello bastará tener presentes las indicaciones siguientes:

a) Podemos concebir una esencia sustancial, concreta y singularizada, por ejemplo, la naturaleza humana de Pedro, concibiéndola al propio tiempo como comunicable o capaz de comunicarse, de existir y de recibirse en otro ser, del cual reciba la posesión de sí misma quoad esse et operari: cosa que no solo podemos concebir, sino que se ha realizado en la Encarnación del Verbo, el cual tomó una naturaleza humana singularizada o individual, pero no tomó su subsistencia propia o sea la personalidad humana, según la doctrina católica. De donde se infiere que, en la naturaleza humana que tiene Pedro, hay alguna realidad, es decir, la subsistencia o personalidad humana, la cual no se halla en la naturaleza humana que tiene Jesucristo.

b) Añádase a esto, que todas las razones alegadas en favor de la distinción real entre la esencia y la existencia, militan a fortiori en favor de la subsistencia; porque mientras la existencia es inseparable de la esencia, permaneciendo ésta in rerum natura, vemos por el contrario que pueden existir y existen a parte rei esencias sustanciales sin subsistencia, como se ve en los ejemplos puestos de las partes sustanciales y del alma racional.

4º Luego la subsistencia consiste en una realidad o entidad positiva, y no en la mera negación o carencia de comunicación y unión con otro ser, como opinaron algunos Escolásticos (1), opinión que hace más difícil la idea y concepción en la Encarnación del Verbo. Cualquiera que sea, sin embargo, [33] la opinión que se adopte sobre la materia, siempre resulta que lo que llamamos supuesto, viene a ser como un concreto de la naturaleza o esencia sustancial y de la subsistencia. Cuando ésta naturaleza o sustancia está dotada de entendimiento, el supuesto recibe la denominación de persona: y así, aunque toda persona es supuesto no todo supuesto es persona.

{(1) Sabido es que Escoto y su escuela, Enrique de Gante, Durando y en general, los partidarios del nominalismo, adoptaron esta opinión, y consiguientemente negaban la distinción real entre la esencia y la subsistencia como entidad o realidad positiva.}

Escolio

Con esta materia tiene relación la errónea opinión de Locke, cuando enseña que la personalidad del hombre, o al menos, la identidad personal del individuo, depende de la conciencia actual que acompaña al pensamiento (1). Esto vale tanto como decir: 1º que los niños, antes del uso de la razón, no son personas humanas o carecen de identidad personal: 2º que también carecen de identidad personal ciertos dementes, y los que durante un sueño profundo no tienen conciencia de las cosas pasadas: y 3º en general, que la identidad personal está sujeta a aumento y disminución, como lo está la conciencia y memoria de las cosas pasadas. [34]

{(1) «Puisque la conscience accompagne toujours la pensée, et que c’est lá ce qui fait que chacun est ce qu’il nomme soimême, et par où il se distingue de toute autre chose pensante, c’est aussi en cela seul que consiste l’identité personnelle, ou ce que fait qu’un être raisonnable est toujours le même: et aussi loin que cette conscience peut s’etendre sur les actions ou les pensées dejá pasées, aussi loin s’etend l’identité de cette personne.» Essai Phil., lib. II, cap. 27.}

Toda esta filosofía es fundamento de la Suma Teológica de Santo Tomás, que puede encontrar resumida, en tan sólo 338 páginas en el Catecismo de la Suma Teológica  que puede adquirir aquí mismo.