Del nombre

El nombre puede considerarse o simplemente como parte de la oración gramatical, o en cuanto constituye uno de los elementos principales y esenciales de la proposición como expresión del juicio (1). Bajo este último punto de vista el nombre suele llamarse término. Para proceder con la debida claridad, hablaremos del nombre bajo este doble punto de vista.

{(1) Según dejamos indicado, el nombre y el verbo constituyen las partes principales de la oracion, observacion que había hecho santo Tomás antes que los modernos. Potest ex solo nomine et verbo simplex enunciatio fieri, non autem ex aliis orationis partibus sinc his… Sola nomina et verba sunt principales orationis partes. Periherm. Lib. I, lec. 1ª.}

A) Nombre es aquella parte de la oración que expresa los objetos del pensamiento que entran en la misma como sus elementos principales y directos. La virtud es muy amable: [30] fácil es reconocer que los nombres virtud y amable, expresan los objetos que constituyen los elementos principales de la oración, mientras que las otras dos palabras sólo sirven, o para unir, o para modificar su significación.

Las clases o especies principales del nombre considerado como parte de la oración gramatical son

a) Sustantivo y adjetivo. El primero significa las cosas como si existiesen en sí mismas, sin expresar inherencia en otro sujeto, como hombre, bondad, justicia: el segundo, las significa expresando o indicando su inherencia en algún sujeto, como humano, bueno, justo. De aquí se infiere que la diferencia entre el nombre sustantivo y el adjetivo, no procede de las cosas o naturalezas significadas, sino del modo con que son concebidas por nosotros.

b) Si el nombre sustantivo significa un objeto singular, se llama propio, como Platón, Roma: si por el contrario, su significación conviene o se atribuye a varios individuos, si denomina apelativo, como hombre, ciudad. En otros términos: el nombre propiorepresenta y significa un solo individuo: el apelativo, representa y significa una clase de individuos. El uso puede hacer que un nombre apelativo se convierta en propio respecto de algún objeto, como Apóstol, respecto a san Pablo.

c) Los accidentes gramaticales del nombre son el género, el número y el caso. El género, de su naturaleza, está destinado o sirve para expresar el sexo, y de aquí los cuatro géneros, masculino, femenino, epiceno o promiscuo, y neutro. Existen muchos objetos que carecen de sexo, los cuales en rigor filosófico debieran ser neutros, pero el uso ha hecho que sean masculinos o femeninos, como se ve en las palabras castellanas cielo, tierra, y en las latinas pons, clavis. El número es, o singular, o plural: los nombres propios no tienen número plural. El caso que también se llama declinación, es una modificación del nombre destinada a expresar las varias relaciones del mismo con otras partes de la oración. Esta declinación de los nombres puede verificarse de dos maneras: 1ª uniendo al nombre partículas, como sucede en castellano: [31] de la virtud, para la virtud, &c.: 2ª variando la terminación del nombre, como se hace en la lengua latina: virtus, virtutis, virtuti, &c.

B) Considerando el nombre como término o elemento de la proposición lógica, le corresponden, además de las indicadas, las divisiones siguientes:

a) Término positivo, el que significa alguna entidad o realidad, como alma, piedra: término negativo, el que significa o representa la privación o carencia de alguna realidad, como ceguera, muerte. Si a un término positivo se antepone la negación, resulta lo que se llama término infinito, como no alma, no piedra. Hay algunos términos que son positivos por parte de la voz, pero negativos en cuanto al sentido, como se ve en las palabras citadas, ceguera y muerte, que no expresan negación en su estructura material; al contrario, otros hay que por parte de la palabra material son negativos, por llevar equivalencia de negación, y sin embargo, son positivos por parte del sentido o significación, como se ve en las palabras infinito, infinidad.

b) Cuando el término sustantivo en los casos que significa alguna naturaleza sustancial, expresa esta naturaleza a modo de forma separada del sujeto que la tiene, se llama abstracto, como humanidad: cuando expresa aquella naturaleza como puesta en un sujeto, se llama concreto, como hombre.

Todo término adjetivo es concreto, pero no todo término concreto es adjetivo. De aquí se infiere que el término concreto, en cuanto tal, y especialmente si es adjetivo, significa de una manera primaria y directa la forma que denomina al sujeto, y secundariamente al sujeto que recibe tal denominación de tal forma.

c) Si un término tiene significación determinada y perfecta por sí mismo, sin dependencia de otro, se apellida categoremático, como hombre, justicia: si por sí solo no tiene significación completa o determinada, sino que para este efecto necesita unirse o relacionarse con otro, como estas palabras: ningún, todo, alguno, se llama sincategoremático. A esta clase [32] pertenecen los adverbios, preposiciones con otras partes de la oración.

d) Lo que en gramática es nombre apelativo, es en la lógica término común, el cual se divide en distributivo y colectivo. Distributivo es el que puede enunciarse de varios individuos y de cada uno de ellos en particular, como hombre conviene a todos y cada uno de los individuos humanos. El colectivo significa o comprende muchos individuos, pero no puede aplicarse a cada uno en particular, sino a todos juntos, como familia, senado.

e) El término común distributivo, si significa un concepto objetivo que es idéntico o se halla del mismo modo en muchos, se llama unívoco, como triángulo, cuyo concepto es igual en todos los triángulos: si el concepto significado por el término común es completamente diverso en los objetos significados por él, como la palabra perro, aplicada al animal doméstico y a una constelación, entonces se llama equívoco: si el concepto significado por el término común es en parte diferente y en parte igual, o semejante, se llama análogo: ejemplo: la palabra pie, aplicada a la parte inferior de un monte, de una mesa, de un animal, &c.

f) Se llama término complejo el que significa dos ideas completas en su género, bien sea que se expresen por medio de dos palabras, como voluntad buena, bien sea que se expresen con una sóla, como filósofo: Si la palabra expresa un solo concepto total, se llama incomplejo, como espíritu.

Puede decirse que los adjetivos son términos complejos en cuanto al sentido, porque significan la forma o modificación, y el sujeto que la tiene.

g) Los términos que denotan algún concepto que no puede atribuirse a todos los seres sino a algunos determinados, como racional, material, se llaman categóricos: los que por el contrario expresan algún concepto aplicable a todas las cosas o seres, como algo, cosa, ente, se llaman trascendentales.

h) Cuando un término significa un objeto, según el estado o modo de ser que le corresponde en la realidad [33] independientemente de nuestro entendimiento, se llama término de primera intención; si la significación corresponde al objeto según algún estado o modo procedente de la aprensión o percepción refleja del entendimiento, se llama término de segunda intención. El hombre es racional: el hombre es especie. En la primera proposición, el predicado conviene al hombre como término de primera intención; en la segunda, como término de segunda intención.

En atención a que las palabras articuladas oralmente sirven para representar y expresar las concepciones o ideas que formamos de los objetos, puede decirse que todas las clasificaciones y divisiones que acabamos de exponer, equivalen a otras tantas clasificaciones y divisiones de las ideas. Sin embargo, en la ideología nos ocuparemos de algunas otras clasificaciones propias de las ideas.

i) Cuando el término significa un objeto sin relación con otro, se llama absoluto: si por el contrario significa un objeto como relacionado con otro, se llama relativo. Justicia es término absoluto: hijo, es término relativo.

Toda esta filosofía es fundamento de la Suma Teológica de Santo Tomás, que puede encontrar resumida, en tan sólo 338 páginas en el Catecismo de la Suma Teológica  que puede adquirir aquí mismo.